La última batalla


Hanoi Jane

En los convulsos años que rodearon la Guerra de Vietnam, y dentro del movimiento en defensa de los derechos civiles y en contra de la guerra que tanta influencia tuvo en los EEUU, destacó entre sus activistas tanto por su fama como por su creciente actividad, la figura de Jane Fonda.


Aquí la vemos ante 2000 estudiantes de la Universidad de Carolina del Sur

Hija del mítico Henry Fonda, contó desde muy pequeña con una completa formación educativa y artística, siguiendo de manera temprana los pasos de su padre en el mundo del cine.


En 1949 con toda su familia.

Probablemente las películas que la permitieron dar un salto cualitativo fueron “Barbarella”(1968) gracias a la cual adquirió el rol de sex-simbol, y la famosa “They Shoot Horses, Don’t They?” de Sydney Pollack, aclamada por la crítica y gracias a la cual recibió su primera nominación al Oscar (1969).

Esta era la Jane Fonda de la época, una mujer en la que muchas se miraban, una joven guapa, con éxito, popularidad y con fuertes connotaciones liberales y socialistas.
El contar de forma tan activa con una actriz de su talla y fama en los mítines universitarios y manifestaciones en contra de la guerra, suponía un gran apoyo para el movimiento, y aumentaba el eco de sus manifestaciones.

Las protestas en contra de la guerra nacieron a consecuencia de los movimientos en defensa de los derechos civiles de los años 50 y 60. Aquel fue un ejemplo perfecto de lo que ocurriría años después: desafío a las instituciones, sentadas, mítines, marchas por la paz y en definitiva, un reto al poder. Acciones todas ellas que se fueron intensificando a medida que la guerra lo hacía.


Concentración delante del Pentágono (21 de Octubre de 1967)

Los activistas contrastaban las declaraciones públicas de los gobernantes con la realidad que llegaba desde el sureste asiático, y viendo que lo que allí sucedía no estaba justificado, comenzaron las protestas. Colectivos que formaban parte de diversas corrientes se unieron a la causa común, buscando así un objetivo común.

Líderes negros como Martin Luther King, Malcolm X y Adam Clayton Powell encabezaron los multitudinarios mítines en los cuales se reclamaba la igualdad en los derechos civiles. No estaba justificado mandar a Vietnam a los jóvenes de color en nombre de la democracia y libertad cuando se les negaban esos derechos en su propio país.


Martin Luther King durante un discurso en contra de la guerra en Universidad de Minnesota (27 de Abril de 1967)

Activistas religiosos, grupos que demandaban justicia económica, otros que reclamaban el desarme nuclear, organizaciones pacifistas, o simplemente ciudadanos que nunca habían participado en ninguna actividad política y que formaban parte de todos los estratos sociales se unieron a las protestas, bien con movilizaciones, recogidas de firmas, mediante el envio de cartas a la prensa, manteniendo vigilias, ocultando a desertores, ofreciendo asesoramiento legal a los jóvenes, visitando las casas de sus vecinos para informarles….etc

En medio de una gran división social y siguiendo el ejemplo de las protestas de los monjes tibetanos de Saigon, ocho americanos se quemaron a lo bonzo para pedir el final de la guerra.
Fue muy divulgado el caso ocurrido en 1965, cuando Norman Morrison, se dirigió al Pentágono y se prendió fuego delante de las ventanas de las oficinas del Secretario de Defensa, Robert McNamara.

Las revueltas estudiantiles eran reprimidas de forma violenta por policías antidisturbios y miembros de la Guardia Nacional, dándose casos como en Detroit en 1967, donde la gravedad de la situación obligó a establecer el toque de queda, produciéndose en los enfrentamientos varios muertos y el destrozo de varias manzanas, o el de la Universidad de Kent (Ohio) cuando durante una protesta por los bombardeos sobre Camboya ordenados por el Presidente Nixon, la Guardia Nacional mató a tiros a cuatro estudiantes e hirió a otros tantos.


Famosa fotografía de John Filo, ganadora del Premio Pulitzer y tomada instantes después de que Jeffrey Miller fuera tiroteado por miembros de la Guardia Nacional de Ohio.

Por contra, otra parte de la sociedad estaba a favor de la guerra, el comunismo se veía como una amenaza a la libertad, y la teoría de las fichas de dominó era una buena manera de explicar la creciente preocupación de su expansión por Asia, y la ya producida en Europa.

Este era el panorama que se encontraban los veteranos, muchos de ellos enrolados bajo el influjo de las mensajes patrióticos de John F. Kennedy.
De aquellos jóvenes inocentes e idealistas, poco quedó a su regreso de Vietnam. Muchos ante la incomprensión de la sociedad repitieron servicio, otros, desengañados, se unieron a los movimientos de protesta, realizando muchos de ellos actos simbólicos como la devolución de las condecoraciones o encabezar la manifestaciones con sus sillas de ruedas.


Ron Kovic (con la bandera americana) junto con otros veteranos postrados en silla de ruedas, encabeza una manifestación de protesta celebrada en Miami.

Uno de estos grupos de veteranos era el VVAW (Veteranos de Vietnam Contra la Guerra), fundado en Junio 1967 por 6 veteranos y que en 1971 ya contaba con 20.000 miembros.
En base a sus testimonios denunciaban la política estadounidense llevada a cabo en Vietnam y en las conferencias públicas que organizaban, narraban los crímenes de guerra que allí se producían.

En Septiembre de 1970 la VVAW organizó la Operación RAW (Rapid American Withdrawal), en la que 200 veteranos (acompañados de colectivos como “Enfermeras por la paz” y grupos pacifistas) vestidos con sus antiguos uniformes y portando armas de juguete realizaron una marcha de tres días en la que por distintas ciudades denunciaban la brutal política de “búsqueda y destrucción” que se llevaba a cabo en Vietnam. La marcha, terminó con un mitín en el mítico Valley Forge (Pennsylvania) donde Fonda, Kerry, Sutherland y conocidos congresistas y senadores tomaron la palabra.

En Mayo de 1971, en un acto lleno de simbolismo, unos seiscientos de estos veteranos arrojaron sus medallas en los escalones del Capitolio.

Bajo esta atmósfera violenta, de gran enfrentamiento social y de enorme división, la figura de Jane Fonda emergió y dio una vuelta de tuerca a una situación nunca vista hasta entonces.

Fonda había saltado a la escena de las reivindicaciones públicas cuando en 1969 apoyó la ocupación de la Isla de Alcatraz por parte de un grupo de 79 nativos americanos que formaban parte del Indians of all tribes (IAT) y que requerían el espacio de la antigua prisión para construir un Museo Indio-Americano, un Centro de Estudios Espirituales y un Centro Ecológico.


La ocupación se prolongó durante 19 meses, siendo los agentes federales los que el 11 de Junio de 1971 evacuaron a los últimos indios.

En esa época se declaró también a favor de los colectivos feministas, en defensa de los derechos civiles, y del líder de los “Panteras Negras” Huey Newton y de sus sloganes revolucinarios.

Como respuesta a los USO del Bob Hope (El United Service Organizations era una organización sin ánimo de lucro que desde el año 1941 y con la colaboración de diversas estrellas de Hollywood ofrecía shows en zonas de combate para proporcionar a los hombres, entretenimiento, apoyo moral y ayudarles a liberar tensiones), Jane Fonda junto con Fred Gardner y Donald Sutherland crearon en 1970 el FTA Tour.



Los graciosos Christmas Show de Bob Hope fueron muy populares.

El FTA era un show en contra de la guerra y cuyas iniciales significaban “Free the Army” (los mas irónicos decían que significaba “ Fuck The Army…) y que con su música y parodias recorrió las ciudades de la costa oeste de los EEUU con el objetivo establecer diálogo cerca de las Bases Militares con los soldados que próximamente irían destinados a Vietnam, para así animarles a desertar.


Cartel alusivo al FTA

Ese mismo año participó en un mitin organizado por los Veteranos de Vietnam contra la Guerra (VVAW) en Valley Forge (Pensilvania), y se ofreció a la organización para junto con John Kerry (uno de sus líderes) recaudar fondos. Poco después fue nombrada coordinadora de la organización, iniciando el 3 de Noviembre una gira por diferentes Campus Universitarios.

En marzo de 1971, Fonda viajó a París para reunirse con el representante del NFL (Frente de Liberación Nacional) Nguyen Thi Binh comparando la muerte y destrucción ocasionada por la escalada militar de la administración Nixon con la producida en Hiroshima.
Posteriormente viajó a Londres, donde en otro discurso incendiario habló sobre las torturas que llevaban a cabo las tropas de los EEUU en Vietnam.

Finalmente, Fonda visitó Hanoi en Julio de 1972 (contaba entonces con 34 años)

Entre otras declaraciones, apoyó las afirmaciones del régimen comunista en las que se decía que el bombardeo a lo largo del sistema de diques del Río Rojo había sido un ataque planeado: «Creo desde el fondo de mi corazón, que los diques están siendo bombardeados a propósito».
El columnista Joseph Kraft, que también fue de gira Vietnam del Norte, afirmó que el daño causado a los diques fue fortuito y que se utilizó como propaganda por Hanoi. Si la USAF deseaba destruirlos, se habría hecho mediante un metódico plan, y no de la forma precipitada y atolondrada con la que se había llevado a cabo.

En el norte de Vietnam, Fonda fue fotografiada sonriente, aplaudiendo y sentada en una batería antiaérea.

En 2005 su autobiografía, dijo que había sido manipulada y que inmediatamente quedó horrorizada por las implicaciones que acarreaban dichas imágenes.

Durante las dos semanas que permaneció allí, además de visitar Cooperativas, Centros Infantiles, Hospitales, Templos, asistir a obras de teatro…etc se reunió con soldados del NVA, con altos dirigentes del Vietcong y participó en varios programas de Radio Hanoi. Allí pidió a los pilotos y unidades americanas que examinaran las consecuencias de sus actos, les acusó de cometer crímenes de guerra, les invitó a desertar, y llamó mentiroso y colonialista al Presidente Nixon, recomendándole leer la historia de Vietnam y la poesía de Ho-Chi-Minh.


Fotografía expuesta en el Museo de la Mujer de Saigon en la que vemos a Fonda junto Nguyen Thi Dinh, una de las fundadoras del NLF.

También visitó a ocho POW (prisioneros de guerra) norteamericanos, con los cuales habló y recibió sus mensajes para trasladarlos a sus familias en los EEUU.
Dicha visita fue preparada con antelación por el Gobierno de Hanoi para que los hombres declararan bajo coacción que no habían sido torturados y que el trato era bueno.

Cuando los casos de tortura comenzaron a conocerse gracias a los POW que regresaban a los EEUU(en 1973), Fonda les llamó “hipócritas y mentirosos”, agregó que “no había hombres que hubiesen sido torturados” que “allí no pasaban hambre” y que los POW que decían haber sido torturados»exageraban, probablemente en su propio interés»

Sin embargo en 1973 durante una entrevista en The New York Times dijo «Estoy segura de que hubo casos de tortura … pero los pilotos decían que era una política sistemática de los vietnamitas, y eso sí creo que era mentira”

Aunque el viaje y declaraciones de Fonda no recibieron una amplia cobertura en su momento (The New York Times sólo le dedicó un pequeño artículo, y sin fotografías), su viaje fue tildado por muchos como de antipatriota, y se la acusó de ayudar al enemigo, y de un acto traición. Sin embargo, la Administración de Nixon desestimó llevar a cabo acciones legales contra ella, no se había declarado la guerra a la República de Vietnam del Norte y por tanto, no podía ser condenada por dichos cargos.

Sus protestas no quedaron ahí, y en 1972 financió y organizó la “Campaña de Paz de Indochina”, siguiendo con sus movilizaciones por todo el país hasta que se firmaron los acuerdos de paz de París en 1973, cuando la mayoría de las organizaciones cesaron sus actividades.


En 1973 junto con su marido Tom Hayden, y con una fotografía de la matanza de My Lai de fondo.

Años más tarde, fue apodada “Hanoi Jane” por su crítica frente a la guerra y comparada con las propagandistas Toguri Ikuko conocida como Rosa de Tokio y con Trinh Thi Ngo apodada Hanoi Hannah.


Rosa de Tokio fue declarada culpable de traición por las emisiones de propaganda en nombre de los japoneses durante la Segunda Guerra Mundial, siendo indultada años más tarde por el Presidente Gerald Ford.

Fonda, 16 años después (en 1988) y en discurso televisado se disculpó ante los POW y sus familias: “Estaba tratando de ayudar a poner fin a la matanza, pero me comporté de manera inconsciente y negligente. Siento mucho el dolor causado y quiero pedir disculpas”. Esta declaración fue vista por muchos de estos hombres como interesada, ya que entonces, los veteranos de Nueva Inglaterra estaban consiguiendo paralizar un proyecto cinematográfico en el que estaba trabajando.

Respecto a las fotografías en la batería del NVA en 2005 dijo: “»La imagen de Jane Fonda, Barbarella, la hija de Henry Fonda … sentada en un cañón enemigo fue una traición … el mayor lapso de juicio que alguien pueda imaginar».
Y respecto a los POW: “Había centenares de delegaciones que se habían reunido con los prisioneros de guerra y ambas partes les estaban usando como propaganda … no es algo por lo que voy a disculparme”.
Curiosamente estas nuevas declaraciones coincidieron con el lanzamiento de su película (Monster in law) en la que contaba con su primer papel de protagonista desde 1990, y con la promoción de su libro autobiográfico.

Tampoco lamentó sus declaraciones en Radio Hanoi, «Nuestro gobierno nos mentía y los hombres morían a causa de ello. Tenía que hacer algo para denunciar esas mentiras y ayudar a poner fin a la guerra »

The Wall Street Journal del 3 de Agosto de 1995 publicó una entrevista con el Teniente Coronel Bui Tin, que formó parte del Estado Mayor del Ejército de Vietnam del Norte y que recibió la rendición incondicional de Vietnam del Sur el 30 de Abril de 1975.
Durante la entrevista se preguntó si el movimiento contra la guerra fue importante para la victoria de Hanoi. Tin respondió: «Era esencial para nuestra estrategia», se refirió a que era una guerra que se libraba en dos frentes, el campo de batalla de Vietnam y en los EEUU a través del movimiento contra la guerra en los Campus Universitarios y en las calles.

De las visitas a Hanoi realizadas por Jane Fonda, el ex Fiscal General Ramsey Clark y varios miembros de la iglesia dijo: «nos dio la confianza en el campo de batalla para aguantar las derrotas”
Tin afirmó que «América perdió a causa de su democracia. A través de la disidencia y la protesta perdió la capacidad de movilizar la voluntad de ganar» e hizo hincapié en que la derrota militar de Vietnam del Norte después de la ofensiva del Tet (1968) se convirtió en una victoria política a causa de manifestaciones en contra la guerra y el sensacionalismo de los medios de prensa.

En 1975, después de la caída del Gobierno de Vietnam del Sur, Jane Fonda regresó a Hanoi con marido y con su hijo recién nacido para una celebración preparada en su honor como agradecimiento al trabajo que había realizado por Vietnam del Norte. Durante dicho acto, su hijo fue bautizado con el nombre de héroe de Viet Cong, Nguyen Van Troi.
Troi había intentado asesinar mediante la colocación de una bomba en un puente al paso del Embajador Henry Cabot Lodge y del Secretario de Defensa Norteamericano Robert McNamara que se encontraba visitando Vietnam del Sur (año1963). El Gobierno de Vietnam del Sur ordenó su ejecución por este intento de asesinato.

En 2005 Fonda reanudó sus movilizaciones, esta vez en contra de la Guerra de Irak, realizando tours en autobús con otro viejo conocido (George Galloway) y familiares de veteranos. “El silencio no es una buena opción”, dijo.

Muchos veteranos y POW no la perdonan, John McCain sigue hablando abiertamente de “traición”, y afirma que fue torturado por sus captores al negarse a reunirse con el grupo de Jane Fonda.

A pesar del tiempo transcurrido, el rencor de muchas organizaciones de Veteranos de la Guerra de Vietnam aún continúa presente y la imagen de Fonda forma parte de los urinarios de muchos Clubs de Veteranos incluso hoy en día.


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